miércoles, 27 de mayo de 2009

A los papitos, en el Día de la Madre


Este 27 de Mayo se caracteriza por el lanzamiento gubernamental del Bono Juana Azurduy de Padilla para que la madre, sin seguridad social, gestante o lactante alimente a su niño y asista a los controles médicos; y, porque en todas las escuelas se desarrollan actividades, sobre todo de artes escénicas y culinarias que se vinieron preparando desde la semana pasada. Se trata del día de la Madre, que forma parte de la tradición escolar boliviana; las mamás lo aprueban y hasta esperan que su hijo/a se luzca bailando o talvez recitando. Sin embargo, a pesar de tanto homenaje, la realidad en los hogares, suele ser diferente a los discursos, a tal punto que incide negativamente en el rendimiento escolar de los niños.

Por ejemplo, en las aulas se observan los efectos de las actitudes del papá con respecto a la obligación que tienen de dar asistencia familiar. Hablando de los extremos: por un lado están los que todo lo solucionan sacando plata del bolsillo; y por otro, los que dejan 50 bolivianos al mes 'para el mercado' de su hogar. En ambos casos, el mensaje que dan a los hijos es nefasto, y los profesores tienen la tarea difícil de espantar los fantasmas que llevan dentro estos niños: ¿qué valgo yo? ¿soy una carga?

La maternidad y paternidad son una responsabilidad de orden material y psicológico, de manera entrelazada, porque sus consecuencias irán al futuro, más allá de lo que puede prever una madre o un padre. Y los educadores, en los conceptos psicológicos de Bettelheim también tienen la responsabilidad de ser unos padres aceptables, sino perfectos.

Hoy, en que muchas madres bolivianas, asisten a las escuelas para escuchar el homenaje a sus altas virtudes, hacemos votos para que -directores, maestros y papitos- reflexionen más sobre su propio comportamiento de cara a la educación de los niños, en lugar de exacerbar el concepto machista del rol de la mujer madre de familia.

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