miércoles, 18 de febrero de 2009

Ojo: donde se come yuca, repollo o coles

Hasta 1983 el bocio afectaba a más del 60% de la población de algunas regiones, con la llegada de la democracia se cambió el concepto de salud en el Ministerio del sector; así, se supo organizar a la población para luchar contra esta enfermedad con pocos medios, las escuelas enseñaban lo que era el derecho del niño a la salud y aparentemente toda la población aprendió a consumir sal yodada; sólo que ahora se empiezan a ver en el campo poquísimos casos de síntomas de bocio: mujeres jóvenes que caminan asesando como si tuvieran una fatiga increíble;y en las escuelas, niños con talla baja y aprendizaje lento.

Pocos casos suelen ser la punta del iceberg, ahora las autoridades de salud dicen que no están en capacidad de controlar la conveniente yodación de la sal en tantas fábricas y comercios. De esa manera, en un buen reportaje publicado este domingo en La Prensa
(La Prensa- Sociedad, 15.02.2009, pp. 4-5b) se constata que sólo el 43.88% de la sal producida contiene yodo y que la causa puede atribuirse a la pobreza porque la gente prefiere comprar sal granulada barata, mientras que la bien yodada ("sueltita") es cara.

También, se sabe que la yuca, y los productos de la familia de las coles contienen tiocianato, sustancia que inhibe la absorción del yodo. Este nutriente es esencial para el funcionamiento de la glándula tiroides que es la responsable del crecimiento, de las funciones mentales y de muchas otras funciones del cuerpo humano; de ahí que en los municipios donde se consume a diario yucas y coles, la población y los niños están expuestos al bocio.

Otro fenómeno observado desde las escuelas, donde a manera de material escrito se exponen envases de productos, es el de las bolsas pequeñas de sal con marcas en rojo o azul, pero sin yodar, vendida en las tiendas que están más a mano de los que viven en el campo. Allí no siempre es la pobreza que obliga a comprar paquetes de 0.50 Bs, es la distancia a centros mejor abastecidos.

Sin embargo, como se trata de un derecho, el estado es responsable de su satisfacción y, como parte del estado a nivel local, los gobiernos municipales "tienen
como finalidad contribuir a la satisfacción de las necesidades colectivas[...] dinamizar el desarrollo humano sostenible [...] Crear condiciones para asegurar el bienestar social y material de los habitantes del Municipio" (Ley 2028, Art.5º); y está en sus atribuciones el "Sancionar [...] los daños a la salud pública [...]ocasionados por las actividades [...] comerciales (Ley 2028, Art 8º, I, Inc. 11) "Decomisar y destruir sin derecho a compensación alguna para los infractores, los bienes de consumo humano o animal que generen o puedan generar condiciones patológicas de cualquier naturaleza en individuos o poblaciones humanas o animales"(Ley 2028, Art.8º,IV,4).

Entonces, como la sal debe ser yodada incluso para los animales, sobre todo si están destinados al consumo humano, porque está comprometida la salud y el desarrollo no sólo de los niños de ahora sino del futuro, los maestros y la población deben exigir que los gobiernos municipales revisen la sal que se expende en sitios alejados y hagan lo mismo que cuando se trata de tragos adulterados, porque allí es donde se está violando el acceso a un derecho del niño.

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